La Financiación de la Obra de la Catedral
de Sevilla.
La
voluntad y los medios económicos de la sociedad sevillana hicieron posible la
construcción de la Catedral de Sevilla. Durante los siglos XIV y XV, antes del
Descubrimiento de América Sevilla era una ciudad en expansión, a la fuerza de
su agricultura se unió el Puerto y las Atarazanas. Inmigrantes genoveses y
castellanos prácticamente duplicaron la población de Sevilla que entonces era
la ciudad mas grande de Castilla. Pertenecía a distintos sectores
socio-económicos que vieron en la ciudad posibilidades para sus actividades y
negocios. Francisco Pinelo, genovés, y Bernardino de la Isla, castellano
apoyaron económicamente la construcción de la Catedral.
La Voluntad
y La Capacidad.
“Que se labre una
Iglesia tal e tan buena que no haya otra igual, e que se considere e atienda a
la grandeza y autoridad de Seuilla e su Iglesia como manda la razón”
Esta
famosa frase nos dice que el Cabildo quería y podía hacer una Iglesia
especialmente grande, de hecho la iglesia gótica mas grande del mundo.
La
voluntad deriva del optimismo de la sociedad sevillana del siglo XV. Una ciudad
a orillas del Guadalquivir, su razón de
ser, con una fuerte producción de trigo aceite y vino. El Puerto hacía
posible el comercio de estos productos y Sevilla formaba parte de la red de
centros del comercio internacional.
La
construcción de barcos en las atarazanas hacía posible que en Sevilla había
propietarios de mas de 150 barcos que se dedicaban al transporte marítimo. El
Duque de Medina Sidonia o el Marqués de Cádiz eran propietarios de barcos. La
exportación agrícola y ganadera se combinaba con la importación de productos
que venían a Sevilla y luego se distribuían por la península.
En
resumen esta expansión económica debió provocar una corriente de optimismo que
hizo posible la construcción de una nueva catedral a imagen de una nueva
ciudad.
Los
Actores.
El
Cabildo, los nobles, los comerciantes y los gremios a través de las parroquias
fueron los impulsores y financiadores de la Catedral. El Patrocinador fue el
Cabildo, donde estaban representados nobles y comerciantes.
.-El
Cabildo y los Veinticuatro.
Durante
el transcurso de la baja Edad Media en el cabildo catedralicio hispalense,
donde una canonjía equivalía socialmente a una veinticuatría del concejo, se
llegarían a crear pequeñas dinastías de canónigos salidas de linajes como los
Cervantes (hidalgos), Marmolejo o Zúñiga (ciudadanos), entre otros, siendo
habitual la carrera eclesiástica sobre todo entre los segundones y célibes de
los linajes de la nobleza y el comercio.
El
Arcediano Juan de Cervantes, miembro del cabildo, y su tío el Cardenal Julio Cervantes
impulsaron la construcción de la Catedral y contribuyeron económicamente con
donaciones a su financiación.
Hijos de
comerciantes poderosos como Bernardino de la Isla o Francisco Pinelo
pertenecían al Cabildo. También nobles
como los Guzmán o los Ponce de León.
Los Medios económicos y las Aportaciones.
El Excusado. Los Ciudadanos.
El
excusado supuso entre el 50 y el 60% de los ingresos para la construcción de la
Catedral. “Item, ha la obra de la iglesia
en cada parrochia de todas las parrochias de Seuilla a dinero al que llaman
excusado, e es para la dicha obra”
O
sea que eran aportaciones de las parroquias de la ciudad que obtenían de las
donaciones de los feligreses (ciudadanos) y de las propias rentas de las
parroquias que tenían rentas de sus propiedades.
Las Donaciones. Los Nobles y Comerciantes.
Durante
la construcción de la Catedral se generalizó la práctica de legar diversas
cantidades para la construcción de la misma. Estas donaciones fueron muy
importantes en el caso de nobles y comerciantes y canónigos:
Cardenal
Julio Cervantes, Arcediano Juan de Cervantes, Doña Guiomar Manuel Duquesa de
Arcos, Duque de Medina Sidonia, Bernardino de la Isla y Francisco Pinelo.
El
Cardenal Cervantes y Doña Guiomar legaron 60,000 y 29,000 maravedíes
respectivamente- El arcediano Cervantes legó 400,000 maravedíes. Hay una
entradas anónima de 108,000 maravedíes, etc.
Para
tener una cierta escala conocemos que un millar de ladrillos costaban alrededor
de 190 maravedíes.
La
última parte de la financiación procedió de los propios medios de la
institución que tenía rentas de fincas e inmuebles. Parece cierto que no hubo
aportación por parte de la Corona de Castilla, si bien tampoco puso impedimento
alguno. Tampoco hubo aportación ni impedimento papal, en pleno cisma de
Occidente con un papa en Roma y otro en Aviñón.
Fuentes: Antonio Collantes de Terán. Isabel Montes
Romero-Camacho.
Anexo con un pequeño comentario arquitectónico.
De La Catedral dijo Gautier que era como " una Montaña Hueca";
según el escritor francés en la catedral de Sevilla se podía navegar
cómodamente entre sus sietes naves y sus pilares grandes como torres.
Efectivamente es una catedral muy grande de 118 x 78 metros en planta y 40
metros de altura. Es la catedral gótica más grande que se haya construido. La
Catedral acoge un espacio monumental que podemos disfrutar paseando entre sus
pilares y naves. Es un espacio que posee la verticalidad del gótico y que se
extiende horizontalmente como en una mezquita.
Sus siete naves y sus dimensiones en planta hacen que no exista la
jerarquía de la nave mayor de otras catedrales. Cuando entramos no tenemos como
punto de referencia el eje mayor y el altar, por eso podemos pasear por el
interior de la Catedral sin puntos claros de referencia. Se trata pues de un
espacio bastante homogéneo que no podemos capturar inmediatamente. El conjunto
de edificaciones renacentistas que rodean la Catedral contribuye a ello, porque
desde el exterior es complicado entender la forma de La Catedral.
Se inicia la construcción de La Catedral de Sevilla, en el año 1400 bajo la
dirección de Charles Galter. El
diseño es rigurosamente gótico con bóvedas cuatripartitas en las cinco
naves centrales y sixpartitas en las dos laterales. El Cimborrio tuvo numerosos
problemas en los sucesos terremotos hasta que fue sustituido por una bóveda
estrellada en el Siglo XVI, y reconstruido con la misma forma era el Siglo XIX.
Durante el siglo XVI se añadieron diversas salas y capillas a la Catedral,
interviniendo en ellas los arquitectos Hernán Ruiz II, Diego de Riaño, Gil de
Hontañón y Martín de Gainza. Las más importantes son: La Sacristía Mayor, La Capilla
Real y La Sala Capitular, así como la Iglesia del Sagrario ya en el siglo XVII.
En estas Salas y Capillas el estilo Renacentista es predominante con cúpulas y
bóvedas de gran valor. La cúpula sobre pechinas y toroides de la Sacristía
Mayor, La cúpula oval de La Sala Capitular y las cúpulas vaídas de la Iglesia
del Sagrario han sido objeto de numerosos estudios y análisis estructurales.
Miguel Ángel Cobreros Vime. Dr. Arquitecto.