
Este post está dedicado a una
superficie, el cilindro, que bajo condiciones de apoyos distintas, funciona de
forma diferente y sirve para tipologías arquitectónicas totalmente distintas.
En el
dibujo de arriba, tenemos una serie de naves cubiertas con bóvedas sobre
pilares y vigas. Estructuralmente la bóveda de cañón no es mas que una sucesión
de arcos adosados, con sus ventajas e inconvenientes.
En el dibujo de abajo tenemos un
espacio rectangular con su lateral libre y su frontal ocupado por los apoyos de
los cilindros. No hay pilares interiores. Estructuralmente cada cilindro no es
más que una viga de sección semicircular que se apoya en sus extremos; también
tiene sus ventajas e inconvenientes.
Estructuralmente
diferentes y con una propuesta espacial y de contorno diferentes, con un punto
de contradicción, (¿cultural?), en la propuesta de la lámina cilíndrica.
Los
esquemas de abajo inician la discusión de su funcionamiento que desarrollamos a
continuación.
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